Veía mi reflejo en el espejo y no podía mantener la mirada
MI AMOR PROPIO, MI VALOR PERSONAL Y MI HUMOR ESTABAN LIGADOS
CON EL NÚMERO DE LA ESCALA
Comer siempre ha sido un placer para mi, pero por mucho tiempo fue uno culposo, un sistema de premio y castigo que no solo me mantuvo en un constante subir y bajar de kilos, sino que también me causó enfermedades de diversas índoles, siendo la más severa el cáncer de seno. El día que decidí re-conectarme con la sabiduría ancestral de la tierra que mis abuelas me inculcaron, comencé a ver la comida como medicina, como aliada, como combustible… el proceso de seleccionarla como un espacio de creación y relajación y el momento de cocinarla como una oportunida sagrada de honrarme a mi y a mi familia, de demostrar amor a través de platos coloridos, frescos y sanos; desde ese momento mi salud comenzó a florecer, recuperé mi energía, mis ganas de ser y hacer. Hoy mi pasión se encuentra aún en la buena mesa, pero una llena de vegetales y frutas en vez de en productos industrializados, una que apoya mi amor por mi cuerpo y el equilibrio de mi mente.
"APRENDER A AMARME ME LIBERÓ
NO SOLO ME QUITÉ EL PESO DE ENCIMA, DEJÉ DE SER
esclava de la balanza
TU TIENES EL POTENCIAL PARA LOGRARLO
LAS HERRAMIENTAS ESTÁN DENTRO DE TI."